Viaje a Ixtlán vive en movimiento continuo, en cambio constante, saliendo de la zona de confort en cada paso experimentando y masticando los sonidos que tanto nos atraen y nos influenciaron. Tomando como punto de partida los pasajes instrumentales ambientales y oscuros, la banda desarrollo una estética propia donde actualmente el formato canción se funde con la experimentación sonora y la volatilidad eléctrica.
Buenos Aires 3 de la mañana, autopista 25 de mayo, otra ida, otro regreso más, viajando de un lugar a otro solo, para que el viaje nunca termine, como esa canción, que no querés que llegue a su final.
Los vehículos gritan en la noche, la vibración de las bestias, se transmite a través del metal y atraviesa el cuerpo de los conductores, generando música, que no puede oírse, solo sentirse.
El silencio de la noche deja que que el hombre y la maquina se fundan en uno, como algo inerte, como en un trance.
Las luces vuelan a los costados de la autopista, desaparecen y reaparecen, marcan la base rítmica sobre la cual los habitantes de la autopista se expresan. Sin movimiento, no hay relato, y sin relato no hay nada: esa es la esencia mas básica del arte, la esencia mas básica de la música.
¿Y hasta que punto viajar no es algo mas que llegar? ¿o escapar? ¿o simplemente pasar del punto A al B y de vuelta?
Porque manejar, de alguna manera, es meditar.
———
Música por Viaje a Ixtlán
Arreglos por Viaje a Ixtlán.
Grabado en Estudios Zar y Black House por Damian Colaprette entre
Diciembre de 2016 y Febrero de 2017.
Mezclado y Masterizado en Estudio Black House por Damian Colaprette.
Producido por Mariano Bertolazzi y Andrés Raffo.
Arte de tapa por Matías Ridolfi.
———
Spotify
Bandcamp
Youtube
Agregar un comentario