Película de Studio Ghibli dirigida por Isao Takahata. La cinta fue estrenada junto a la película Mi Vecino Totoro en el año 1988. La historia se basa en la novela de Akiyuki Nosaka publicada en 1967, una obra que deben leer pues contiene un relato cruel y con duros detalles que dan escalofríos. La animación es hermosa, con escenarios que parecen grandes pinturas las que se fusionan a la historia para hacer razonar al espectador sobre lo horrible de las guerras y el daño que causan.
Los protagonistas son la pequeña Setsuko de 5 años y su hermano mayor Seita de 14 años. Los acontecimientos transcurren en el año 1945 en donde la fuerza aérea de los Estados Unidos bombardeaban de forma constante las ciudades Japonesas reduciéndolas a cenizas. Setsuko y Seita viven con su madre, mientras que su padre combate en la guerra. Desde el principio el espectador ya se afirma de su asiento, pues se puede ver como producto de los bombardeos ambos hermanos pierden su hogar para posteriormente descubrir que su madre muere a razón de quemaduras en todo su cuerpo. Solo y con el dolor echado a la espalda Seita decide guardar silencio y no decir nada a su hermana. Ante la desesperación los hermanos piden ayuda a un familiar quien pronto hará de sus vidas una pesadilla obligándoles a irse del techo que les mantenía protegidos del frió y el hambre. En esos difíciles años muchas familias apenas tenían para comer y no deseaban compartir sus víveres ni siquiera a dos niños inocentes víctimas de una guerra que no pidieron.
Pese a las dificultades, los pequeños hermanos encuentran un refugio, le adornan con desechos de casas destruidas por los bombardeos y hasta se las ingenian para comer a diario, pero pronto el alimento y el dinero comienzan a escasear nuevamente. Es aquí en donde la desesperación y el hambre obligan a Seita a robar. Cuando los aviones bombardean la ciudad y la gente corre a los refugios, el pequeño corre directo a las casas robando todo lo que pueda para más tarde intercambiar cosas por comida. Un día el pequeño recibió una gran paliza al ser descubierto, era tanto su hambre y deseos de llevar comida a su hermana que aun así se resistía pero más duros eran los golpes que recibía.
No me atrevo a relatar el triste final de la historia ya que deben descubrirlo ustedes. Pero si les puedo contar que ha modo de homenaje cada cierto tiempo en Japón se venden las cajas de dulces que la pequeña Setsuko tanto disfrutaba en la película, existe además una versión Live Action la cual es fiel reflejo la versión animada y que también les pondrá muy tristes.
Por Shinzen de Devorandocomics.cl
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